¿Es peor el control del precio de los alquileres que bombardear una ciudad? El motivo es que los precios nos dan mucha información de cómo está un mercado. Nos informan y en base a esa info podemos llegar a un diagnóstico en caso que esté enfermo.
Assar Lindbeck opina que es tan mala una como la otra. Pero yo personalmente tengo objeciones al respecto. La desregulación no ha demostrado ser la solución a nada, y el descontrol de precios nos ha enseñado que no solo puede indicarnos cuán enfermo está el mercado sino cuán enferma está la sociedad.
La regulación de los alquileres es una realidad en algunos países, y la verdad es que siento decir que nuestros queridos liberales no tienen razón. Estas políticas son un éxito. Y es que las administraciones públicas deben legislar a favor de los intereses de sus ciudadanos, y no de los lobbies o las grandes fortunas, como es el caso de España.
El ejemplo Alemán
He querido poner como ejemplo a Alemania, aunque la verdad es que no es el único país donde podemos encontrar políticas de precio.
En Berlín encontramos el espejo donde quieren mirarse ciudades como Barcelona. No obstante, el sistema no es perfecto, y os puedo asegurar que he oído críticas de Berlineses que se ven expulsados debido al incremento abusivo que ha sufrido en los últimos años. La capital alemana empezó a legislar para generar vivienda asequible en 1920. Tienen casi 100 años de experiencia. Cabe destacar que durante el Tercer Reich, la ciudad llegó a amontonar 4,5 millones de personas. Una salvajada para la época.
La clave de Berlín está en la cantidad de vivienda en alquiler. Es incomparable a la de las ciudades españolas. Si hay un parque de 700.000 viviendas en alquiler, 300.000 son asequibles. Por ejemplo, en Barcelona el parque público asciende a 10.000 viviendas. El privado a 280.000. ¿Tendría razón Assar Lindbeck entonces? Bueno, el control del alquiler podría matar aún más el poco mercado de alquiler que tenemos… Pero mejor, vamos a profundizar en la materia.
En 1993 se creó un índice de referencia de precios de alquiler que se actualiza cada dos años. Esto se llevaba aplicando hacía décadas, pero la reunificación cambió el mapa berlinés y debía adaptarse. El índice pretende determinar un precio recomendado por metro cuadrado y tiene en cuenta la superficie, el estado y la antigüedad de la finca. Aunque no es vinculante, permite que un inquilino pueda denunciar a un propietario por incremento abusivo de renta.
¿Sería aplicable en España?
Las fuentes consultadas tienen dudas al respecto. Un berlinés medio pasa 20 años de media en un piso de alquiler. Existen los contratos de larga duración, hay estabilidad. En España, parece ser que el Decreto Boyer benefició a los propietarios más que a los inquilinos. La renta antigua desaparece y se fomenta el negocio mediante incrementos abusivos que generan inestabilidad.
Todo dependerá del crecimiento económico de la ciudad. Una residente española en berlín desde hace más de una década nos dice que ella paga 400 euros de alquiler por su céntrico piso. Si lo alquilara en la actualidad (nuevo contrato), le costaría unos 900 euros. Esto no es la panacea. El mercado es el que es, y Berlín es una capital. Se ha pasado de ser un lugar poco desarrollado a ver como cada año vienen nuevas multinacionales.
Barcelona, la capital tecnológica y la preferida por las Start-up, Madrid la reina de las sedes sociales y multinacionales. A priori, el crecimiento económico puede agravar la crisis habitacional de nuestras capitales. La solución pasará por fomentar el incremento del parque de vivienda en alquiler, aunque a un precio razonable y controlado. Veremos los efectos de las nuevas políticas en los próximos años.