Interés Fijo o Interés Variable: Pros y contras

Imatge gràfics

Esto es muy personal, y es que aún con toda la información en tus manos, la toma de decisiones se basa en futuros escenarios posibles. Y ya sea un futuro con tipos al alza o tipos a la baja, afectarán seguro a tu hipoteca. Si has escogido el tipo fijo y no suben los tipos… Bueno, te sentirás como un poquito defraudado. Sentirás que pagas de más, sin necesidad alguna. Y si subieran te quedarías tranquilo, observando desde la barrera como a los otros les coge el toro de los tipos altos.

Escoger uno u otro tipo depende de muchos factores, la mayoría de ellos personales. Pero si tuviera que destacar dos de ellos, primero te diría que principalmente del plazo del crédito y ritmo de amortización de capital. Y en segundo lugar el pago de los intereses. El plazo y el ritmo de amortización es muy importante, ya que cuanto más años de pago, más incertidumbre. Y como hemos explicado, los intereses se pagan al principio. Por lo tanto, dependiendo del nivel de tipos del momento inicial, puede interesar más uno u otro.

De dónde venimos

Hasta ahora han sido muy populares los tipos variables. Esta tendencia empezó a darse en una época en que los tipos de interés eran altos, y bueno, con unos tipos de interés cada vez más bajos. En un escenario tan favorable, la única opción inteligente parecía el interés variable. Con la entrada de España en el euro, y al ser el Euríbor el índice de referencia para las hipotecas, se abarató mucho el precio del dinero. Eso provocó que endeudarse fuera más fácil y accesible que nunca. Pero no hablaremos de esto otra vez.

La crecida de los precios en la vivienda era también un motivo para optar por los tipos variables. Es sencillo, se querían aprobar créditos fuera como fuera, y si la cuota daba con un interés variable bajo o con una hipoteca creciente, se aprobaba. Así se llegó a la crisis con la correspondiente subida de tipos y el ahogamiento de una sociedad con el endeudamiento medio de las familias por las nubes. Esas hipotecas firmadas antes de la crisis del ladrillo, también llevaban incorporadas las famosas cláusulas suelo. Esto debería darte una idea de lo que pasa cuando te endeudas a tipo variable y los tipos suben. Al menos para que pienses en este escenario.

Hipoteca a Tipo Fijo

A su favor, quiero destacar el factor estabilidad y tranquilidad. Es algo que no tiene precio, ya que pase lo que pase en los mercados, vaya como vaya la economía, se te respeta la cuota y lo que pagas. No has oscilaciones, no hay revisiones. La cuota sigue igual y te ahorras sorpresas desagradables.

En su contra, diría que en un contexto de intereses bajos, puede ser un negocio bastante malo, ya que estás pagando más, solo por el “y si…”. Prudencia, vivir de manera reactiva.

También me da que pensar que los bancos estén tan interesados en vendernos el tipo fijo. En un momento donde los tipos están por los suelos y hay poco margen, quieren firmar hipotecas a un tipo mayor. Suena a que nos hacen un favor, o a una genialidad para sacarnos la pasta. Y es que para que sea rentable una hipoteca a tipo fijo en un momento de tipos tan bajo como el actual (tipos inferiores a un 1%), tendrían que subir mucho los tipos, por encima del 2% y mantenerse durante muchos años. Y sinceramente lo veo complicado.

Hipotecas a Tipo Variable

Si el BCE mantiene los tipos tan bajos como ahora, es ideal. El precio del dinero es barato y endeudarse es bonito, es genial. Eso sí, dependes totalmente de las decisiones de esos señores de Frankfurt.

La inflación es baja y se dice que estamos en una era o época de inflación baja, por lo que sería extraño prever que subirán mucho los tipos. Aún así, el futuro siempre tiene un punto de incierto y aleatoriedad.

El punto principal en contra es una posible subida de los tipos por una crisis mundial, una política contractiva o a saber qué. Si se decide subir los tipos, estarás en el escenario que te hemos comentado antes: Subida de cuotas, dificultad para pagar de algunos propietarios, etc. Esto pasó en 2008, cuando los tipos subieron sobre el 5%. Si tenías dinero a plazo fijo lo celebrabas, pero no era el caso de la mayoría.

En definitiva, todo dependerá en mayor o menor medida del precio de las hipotecas. Si los bancos ofrecen tipos fijos al 2,5% y unos tipos variables con un diferencial Euríbor + 1.5%… Si la cantidad no varía mucho, contrata la hipoteca a tipo fijo y dormirás más tranquilo.

Pero si la diferencia es significativa, piénsatelo muy bien. Recuerda que en los primeros años de pago serán los que pagarás más intereses. Si además tienes previsto hacer amortizaciones parciales, por ejemplo con la paga de verano o navidad decides amortizar unos 3.000 euros extras al año para ir acabando con la deuda, sería clave que contrataras un crédito que te lo permita hacer sin sobrecostes.

Por lo tanto, el interés fijo sale a cuenta si el diferencial de la variable es caro. Y si tienes previsto el pago a largo plazo. Si quieres amortizar en pocos años, te recomendamos la variable en el contexto actual de tipos bajos. A partir de ahí, debes valorar tú lo que te conviene.

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